a painting of a black dragon with red eyes

En una noche oscura y tormentosa, el cielo está cubierto por densas nubes negras que se retuercen y rugen como si presagiaran una calamidad inminente. De repente, un destello de luz ilumina el horizonte cuando un majestuoso dragón emerge desde las nubes, sus escamas brillando con un verde esmeralda y dorado bajo el resplandor de los relámpagos. El dragón, con sus imponentes alas extendidas, se acerca al antiguo castillo que se erige en lo alto de una colina. Las torres del castillo, construidas con piedra gris y decoradas con banderas ondeantes, parecen frágiles ante la fuerza imparable del dragón. El castillo está rodeado por un foso que refleja las llamas que empiezan a emerger de la boca del dragón. El dragón aterriza con un estruendo que hace temblar el suelo. Sus enormes garras se clavan en la tierra mientras lanza un rugido que resuena en toda la región. De su boca brota una gigantesca llamarada de fuego que se dirige hacia las murallas del castillo. Las llamas devoran rápidamente la piedra, desintegr