the dinosaur is running in the forest

El Legado de Ixchel En un mundo prehispánico donde los dinosaurios rugían bajo cielos surcados por dragones, existían civilizaciones humanas que prosperaban en armonía con la naturaleza. Entre ellas, se encontraba el pequeño pueblo de Xochitlán, hogar de un joven huérfano de 20 años llamado Ixchel. Ixchel había perdido a su madre por una enfermedad desconocida y su padre, un valiente explorador, había desaparecido en busca de una flor mística y jamás regresó. A pesar de su soledad, Ixchel creció con el corazón lleno de sueños y el deseo de seguir los pasos de su padre. Un día, unas personas del Consejo de Sabios de Tenochtitlán, la ciudad principal, visitaron a Ixchel para llevarlo a la Gran Escuela de Ciencias y Artes. Allí, Ixchel descubrió un mundo de conocimiento, pero también una regla que prohibía la exploración, impuesta por temor a los peligros del mundo exterior. Ixchel, con su espíritu indomable, se propuso demostrar su fuerza y cambiar esa regla. Durante sus estudios, se unió a él un grupo de ocho